Esta reflexión la quiero enfocar en lo que hemos tratado en la unidad 8, concretamente los aspectos psicológicos y la arquitectura; o más bien como esta es capaz de afectarnos psicológicamente.
La arquitectura claramente está construida con una conciencia determinada según su uso, ya sea desde un baño, en el que (supuestamente) debas sentirte lo suficientemente cómodo como para hacer tus necesidades de lo más básicas; ya sea público o privado.
Pues con este ejemplo tonto empecé a pensar, y llegué, por ciertas cosas, a las cárceles.
Empecé a pensar si la capacidad de reinserción en las cárceles puede venir también afectada por el diseño no tan solo de las mismas en sí, sino inclusive las celdas, que es al fin y al cabo donde el preso, por lo general, realiza el 80% de su vida.
De ahí me puse en lo peor, y pensé en las cárceles sudamericanas por ejemplo y después en el ejemplo contrario, las cárceles suecas. Y claramente la reinserción viene de múltiples consecuencias, pero ¿y si la arquitectura cumple un papel más importante del que imaginamos?
¿Puede que unas pobre instalaciones propicien la incomodidad del preso, y en consecuencia su inefabilidad ante la vida? ¿Puede que el hecho de que estén más enfocadas en la imposibilidad de escapar, de crear muros enormes e increbrantables, que en que el preso pueda realizar una vida normal, en donde pueda reflexionar de la mejor forma?